Los “influencers” presumen de vivienda como artículo de lujo

Los influencers están cada vez más orientados hacia la inversión en propiedades residenciales, percibidas como un refugio de valor con un significativo impacto social. En este contexto, se observa una tendencia a concebirlas más como una inversión financiera que como un espacio de vida.

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El auge de los influencers en YouTube ha dado lugar a una subcultura de personajes extravagantes que exhiben lujosos coches deportivos y presumen de una vida laboral misteriosa. Mientras algunos obtienen ingresos a través de streams de videojuegos o creando contenido, la mayoría promueve un discurso supuestamente antisistema, aunque sus acciones contradigan sus palabras. Critican la injusticia del sistema económico hacia los jóvenes, pero sus estrategias financieras, como evadir impuestos o invertir en bienes raíces, reflejan prácticas comunes entre las élites. Con la caída de criptomonedas y NFTs, estos influencers se vuelcan hacia la inversión en viviendas, considerada un refugio de valor con alto impacto social.

El mercado inmobiliario se ha convertido en un activo económico dominante, promovido por un cambio de actitud de las élites económicas hacia la extracción de valor en lugar de generar riqueza social. Los jóvenes, afectados por la baja tasa de emancipación y atraídos por la rentabilidad de la inversión en viviendas, están dispuestos a sacrificar características de calidad de vida por la oportunidad de poseer una propiedad. Esto genera una preocupación sobre la mercantilización de la vivienda, que se ve más como una inversión financiera que como un hogar.

Los arquitectos abogan por devolver el protagonismo al morador en el diseño y la utilización de las viviendas, alejándose de las lógicas especulativas y centrándose en la experiencia habitacional. Abordar el problema de la vivienda va más allá de consideraciones estéticas; implica cuestiones políticas, sociales y económicas que requieren un enfoque integral. Al centrarse en el uso y la calidad de vida, las viviendas podrían dejar de ser meras expresiones de estatus financiero, ofreciendo a los youtubers contenido más personal e interesante, y garantizando el derecho de todos a una vivienda digna.